👷 Introducción
Un casco puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
El Equipo de Protección Personal (EPP) no es un accesorio opcional ni una simple formalidad: es tu escudo frente a los riesgos laborales.
Saber qué EPP usar, cómo usarlo y por qué es importante, puede salvarte la vida.
🧰 Tipos de EPP según el oficio
Cada ocupación tiene riesgos distintos, y por eso el EPP debe adaptarse a cada caso. Algunos ejemplos comunes:
- 🧠 Casco: protección contra caídas de objetos (construcción, obras civiles).
- 👁️ Gafas de seguridad: protección ante partículas, líquidos o radiación.
- 😷 Mascarilla o respirador: evita inhalación de polvo o químicos (pintores, operarios químicos).
- 🧤 Guantes: protegen manos de cortes, quemaduras o contaminantes.
- 👟 Botas con punta de acero: protegen los pies de objetos pesados o clavos.
- 🎧 Protectores auditivos: evitan daños por ruidos fuertes (industria, maquinaria pesada).
🚫 ¿Por qué es vital usarlo siempre?
Porque un accidente no avisa.
El EPP:
- Reduce la gravedad de las lesiones.
- Cumple con la normativa legal y evita sanciones.
- Transmite compromiso y cultura de seguridad.
- Puede ser la diferencia entre volver a casa o ir al hospital.
⚠️ Errores comunes y consecuencias reales
❌ Usar el EPP de forma incorrecta o incompleta.
❌ Dejarlo en casa “porque es incómodo”.
❌ No reemplazarlo cuando está deteriorado.
❌ Pensar que “nunca pasa nada”.
Consecuencias:
- Golpes en la cabeza, quemaduras, cortes, intoxicaciones, pérdida auditiva, fracturas… y en casos graves, la muerte.
🎯 ¿Cómo elegir el EPP correcto?
- Evalúa el tipo de actividad y los riesgos asociados.
- Asegúrate de que el equipo esté certificado.
- Verifica que sea de tu talla y se ajuste bien.
- Recibe capacitación sobre su uso y mantenimiento.
- Reemplázalo si está dañado o vencido.
🧩 Con nuestros crucigramas y actividades interactivas, aprenderás a identificar el EPP correcto de forma divertida y práctica.
Explora diferentes oficios, selecciona el equipo adecuado y conviértete en un experto en protección laboral.
¡Porque protegerte también se puede aprender jugando!